miércoles, 26 de febrero de 2014

El Yugo

Muchas veces, en prédicas y mensajes, hemos escuchado acerca del tan famoso yugo. El gran problema de nuestra generación es que nacimos en la época del tractor, es decir, la gran mayoría de nosotros no tenemos la más pálida idea de lo que es un yugo, por lo que muchas veces no se entiende el mensaje que nos quieren dar. Por este motivo, quiero prensentarles a nuestro tan nombrado "Yugo":

Definición según Wikipedia:

Yugo es un artefacto de madera al cual, formando yunta, se unen las mulas o los bueyes, y en el que va sujeta la lanza o pértiga del carro, el timón del arado, etc.
A dos bueyes que trabajan aunados, unidos por un yugo, se denomina yunta. La expresión deriva de esta última palabra y también se aplica, por extensión, a otros animales que trabajan unidos, o a un par de personas que hacen lo mismo.

Para ilustrar esto, nada mejor que una buena imagen:
En la imagen se puede ver claramente que es y como va colocado el yugo sobre los animales. Además, puede observarse el aro donde se sujeta la carga a remolcar.

Claramente podemos asimilarlo a algo más cotidiano en nuestras vidas: Que tal si pensamos en dos niños de la misma edad que se ponen de acuerdo para arrastrar una caja con juguetes hasta el patio. Para lograr esta difícil tarea cuentan con dos sogas que, después de pensar un rato, atan a un extremo de la caja y tiran uno de cada soga. La tarea resulta fácil para los dos, ya que ambos son semejantes en fuerza y estatura. Pero, si a uno se le ocurriera ir a jugar a la vereda y al otro al patio, lo mas probable es que ambos se queden en la habitación, porque tirando uno para cada lado no podrían llegar a ningún lado.
Ahora, pensemos que pasaría si los niños fueran dos hermanitos separados, en edad, por un par de años. El mayor, será quien cargue con la mayor parte del peso ya que, el menor, aunque haga su mayor esfuerzo, no podrá equiparar el esfuerzo de su hermano.

Con estas tres imágenes en la cabeza, remitámonos al pasaje de La Biblia donde habla del yugo desigual. En el versículo 14 del capítulo 6 de la segunda carta a Los Corintios, Pablo escribe:

"No se unan con los incrédulos en un yugo desigual. Pues ¿qué tiene en común la justicia con la injusticia? ¿O qué relación puede haber entre la luz y las tinieblas?"

Podemos asemejar esta situación del "yugo desigual", a los dos niños de la misma edad que están en desacuerdo, uno tirando para cada lado, por lo que no podrán llevar la caja con juguetes afuera.
Esta situación, llevada a un ámbito más serio, se da entre dos personas que, siendo uno creyente y el otro no, quieren formalizar alguna relación romántica o crear una sociedad de trabajo o relacionarse seriamente de alguna manera. Al principio puede que parezca que todo está bien, pero no es así, ya que ambos tienen formas diferentes de hacer las cosas, pensamientos diferentes, deseos diferentes, uno está en la Luz y el otro en la oscuridad. En esta situación, en el mejor de los casos y por misericordia de Dios, el que está en oscuridad termina convirtiéndose, pero es probable que te quede la duda de si su conversión es real o es solo que quiere quedar bien con su compañero/a. Pero, debido a que el lado de la Oscuridad está lleno de tentaciones, es probable que el que está en la Luz sea arrastrado hacia un lugar donde nunca quiso estar, La Oscuridad.

Otra situación ilustrada por la imagen anterior es la de dos personas cristianas que tienen llamados diferentes e incompatibles e inician una relación amorosa. En este caso, es casi seguro que uno de los llamados quedará relegado o bien que ninguno de los llamados se hará realidad. Ej: Si uno tiene un llamado al África y  el otro está llamado a quedarse sirviendo en su país, a menos que el segundo sea un africano, uno de los dos llamados quedará relegado.

Las situaciones anteriores son sobre las que más tratan las predicas y mensajes referidas al yugo desigual. Sin embargo, existe otra situación de yugo desigual, que es la que podemos ilustrar con la imagen de los dos hermanitos de diferente edad. En este caso, llegarán al patio con la caja con juguetes, pero el mayor quedará cansado debido al mayor esfuerzo que tuvo que hacer al tener que llevar la carga prácticamente solo. Llevándolo a la vida cristiana, ambas personas están en la Luz, pero una de ellas es mucho más madura en este Camino que la otra. Al tener que llevar la mayor parte de la carga, la persona más madura terminará cansado, desgastado, hasta que la otra persona logre madurar y pueda ayudarle a llevar la carga.

En definitiva, la mejor, y la más recomendable de las situaciones, es la de los dos niños de la misma edad tirando juntos para el mismo lado. Ambos llegarán rápidamente al patio y casi sin cansarse, ya que la carga estará repartida equitativamente. En este caso, las dos personas tienen una madurez similar en la vida cristiana, por lo que se ayudarán mutuamente y, de esta manera, les resultará más fácil llevar a cabo los planes que Dios tiene para ellos.

Espero que le sea de Bendición.

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